Prevención primaria en adolescentes
Durante la edad de la adolescencia, el cuerpo sufre una profunda metamorfosis: en poco tiempo el cuerpo del niño/a pasa a hombre/mujer.
En poco tiempo, las hormonas se ponen a trabajar proporcionando todo lo necesario a la persona como para que pueda desarrollar su paternidad/maternidad, (pero todavía sin responsabilidad).
La estabilidad emocional no va tan rápida. El niño solo ve que ha crecido, y aunque su capacidad mental también avanza con tanta rapidez como las hormonas, sus principios éticos y sociales se apoyan en el proceso de crecimiento y desarrollo de su “individualidad, de ser capaz” de empezar a prescindir del apoyo y orientación familiar para situarse en la profunda cimentación de la sociedad y de las amistades, cuyas normas y principios integran y aceptan como propias.
Atraviesa distintas crisis:
- Crisis de identidad: No se reconoce en su nuevo cuerpo desarrollado y transformado, descubriendo sus sentimientos sociales.
- Crisis ante los “nuevos” padres que va descubriendo cuando ve que sus mundos discrepan profundamente.
- Crisis frente al descubrimiento de los problemas de la sociedad que nos rodea y las necesidades de modificarla o salvarla.
- Crisis ante la responsabilidad de elección de su proyecto de vida futura, ya sea por los estudios y/o por el trabajo.
- Crisis ante la necesidad de compatibilizar con sus amigos su responsabilidad de administración de dinero y libertad.
Dolor emocional:
- Crisis si no encuentra a los amigos que necesita y que le pueden entender.
- Importante confusión al descubrirse capaz de acosar o utilizar a compañeros/as, por la propia necesidad de reconocimiento.
- Sensibilidad extrema ante el rechazo social (riesgo).