DUELO DE RIESGO O DUELO COMPLICADO
Hay circunstancias en las que el proceso es especialmente difícil: por el tipo de muerte, por la naturaleza del vínculo y de la relación, por las circunstancias del entorno de la muerte. (Por ej. COVID-19 en que no se ha podio acompañar en los últimos momentos ni realizar los ritos de despedida). Y pueden aparecer reacciones como bajo estado de ánimo, sentimiento de culpa más acusado, insomnio, abandono de actividades socio-laborales…
Existen diferentes duelos complicados, en función de los síntomas que se van desencadenando de manera predominante:
–Duelo ausente o retardado: Si se detiene el proceso en la 1ra. Fase, con una negación del fallecimiento y un intenso cuadro de ansiedad.
Duelo inhibido y no resuelto. Cuando el duelo se ha detenido entre la 2da y la 3ra fases, con anestesia emocional, donde resulta imposible expresar emociones ni manifestaciones sobre la pérdida, fijado en las circunstancias que rodearon su muerte y sin poder volver a su vida habitual.
Duelo prolongado o crónico: El duelo se detiene en la 2ª Fase y se prolonga a lo largo de 1 año.
Duelo intensificado: con una intensa reacción precoz y mantenida en el tiempo.
Duelo enmascarado: se manifiesta clínicamente por síntomas somáticos