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DESMORALIZACIÓN

El término depresión es confuso, dado que se utiliza a menudo para describir un estado de ánimo bajo o de desánimo que es consecuencia de decepciones. Depresiones más profundas y también procesos de elaboración del duelo.

 

Intentaré diferenciar estos estados para ayudar a reconocerlos.

  1. Desánimo a consecuencia de decepciones

Normalmente suele haber una causa desencadenante, que impide a la persona seguir viviendo su realidad como antes. Los términos más adecuados para estos estados de ánimo son la desmoralización y la pena.

Los sentimientos de desmoralización ocurren en oleadas que tienden a estar ligadas a pensamientos o recordatorios del acontecimiento ocurrido.

  • Se resuelven cuando las circunstancias o los eventos mejoran.
  • Se pueden intercalar con períodos de emoción positiva y humor.
  • No están acompañados por sentimientos generalizados de inutilidad y autodesprecio
  1. Sin embargo, los eventos y los factores de estrés que inducen la desmoralización y la pena también pueden precipitar un episodio depresivo mayor, particularmente en personas vulnerables (p. ej., aquellas con antecedentes familiares de depresión mayor).

Pueden estar implicados factores psicosociales. Las situaciones de estrés de la vida cotidiana, en especial las separaciones y las pérdidas, preceden habitualmente a los episodios de depresión; sin embargo, estos acontecimientos no suelen provocar depresión intensa de larga duración, excepto en personas predispuestas a padecer un trastorno del estado de ánimo.

Las mujeres tienen un riesgo más alto, pero no hay ninguna teoría que explique por qué. Los posibles factores que influyen son los siguientes:

  • Una mayor exposición o una mayor respuesta a las tensiones diarias
  • Cambios endocrinos que se producen con la menstruación y la menopausia

En la depresión periparto, los síntomas aparecen durante el embarazo o dentro de las 4 semanas siguientes al parto (depresión postparto).

En el trastorno afectivo estacional, los síntomas se desarrollan siguiendo un patrón estacional, típicamente en otoño o invierno; el trastorno tiende a aparecer en climas que tienen inviernos largos o crudos.

El estado de ánimo deprimido dura habitualmente días en lugar de semanas o meses, y los pensamientos suicidas y la pérdida prolongada de la funcionalidad son mucho menos probable