Niveles de Prevención
PRIMARIA: La comprensión de la evolución normal del bebé, del niño y del adolescente nos lleva a poder identificar con claridad cuándo existen situaciones de sufrimiento desbordante y peligroso para la Salud Mental. Aquí, intento mostrar una pincelada de las etapas más sensibles y críticas del desarrollo normal que favorecen la prevención primaria.
SECUNDARIA: Podemos prevenir cuando asociamos el “dolor emocional” o síntomas que genera el sufrimiento con las situaciones, experiencias o circunstancias penosas que lo han producido.
Este dolor soportado durante largo tiempo puede ocasionar ansiedad, alteración del estado de ánimo, alteraciones intestinales, puede modificar el humor habitual, afectar al sueño, al apetito, a las relaciones, incluso puede llegar a afectar a la identidad.
TERCIARIA: Identificar las causas que lo han originado facilita el tratamiento paliativo, su contención y si es posible su rehabilitación.